Dos topos en Bengbis.


Esta es la historia de dos intrépidos y armoniosos “topos”, una parejita feliz, sencilla y muy asequible.
Éranse que se eran dos arredrados topógrafos: Tania y Loren, pertrechados con sus herramientas de trabajo: trípodes, maletín de mapas, sus teodolitos, altímetros, GPS cinemáticos,etc… de carísima catadura que comenzaron su viaje a Bengbis con la intención sanísima de realizar todas sus mediciones necesarias y estudio de terreno para mejorar un determinado tramo de carretera selvática, la de Bengbis a Engulayod y lo que se terciara por medio…
¿Qué por qué les llamamos “Topos” a estos dos seres espigados por demás, sobre todo, nuestra Tania, de sonrisa amplia y esplendente y de altura y delgadez de esbelta jirafa?
Pues porque la vena humorista que predomina entre los cooperantes jóvenes españoles es así, tiende a abreviar y a realizar juegos chistosos con los nombres de los que vamos “arrivando”-llegando (es adrede el espantoso galicismo por ser Bengbis tierra colonizada por los franchutes “in illo temporis.”)
Proseguimos, pues: la estatura de esta parejita (“couple” en francés, que no cuplé-que aunque nos cantaron mucho y nos inventaron canciones geniales a los cooperantes septembrinos la mar de cómicas y positivas, no era ese ritmo de nuestros abueletes cupletistas el género más frecuentado por ellos, sino otros más actuales como rok, heavy, tecno, rap, funky o canción de autor, amén de ritmos guitarriles simpaticorros de monitores de campamento y otras prendas…), como decía, la estatura de la parejita de marras era considerable y para nada de topitos.
Sí que nuestro Loren posee tal vez unos ojos pequeños, aunque muy vivarachos, dulces y tiernos que podrían asociarse a la alusión de “Topos”, pero por lo demás, le echaremos a nuestra lectura capacidad de comprensión metafórica y allá que nos vamos con nuestros queridos topógrafos, montados en su inmenso, pero algo cochambroso 4x4 LAND CRUISER blanco a escarbar caminos rojizos bengbinianos, con mediciones de todo tipo para un futuro mercado, para mejora de tramo vial entre Ngunayod(corregidme si no respeto algún fonema del topónimo-nunca mejor traido a pelo el tecnicismo filológico- y Bengbis y más tareas que se echan encima, receptivos y porosos como se muestran en esta experiencia de entrega amorosa a las gentes camerunesas nuestros muy admirados topos , topos de mis entretelas¡Ay!
¡Cómo disfrutamos todos con esta parejita tan metódica, pero tan flexible a la vez, tan bien avenidos entre ellos y tan abiertos a los demás.
Son absolutamente “charmantes”, encantadores, deseosos de aprender y practicar bulu; se funden con toda naturalidad con la población nativa, jóvenes trabajadores que en menos de una semana ya les están invitando a un festín de cena en su casa-choza donde no faltan retostoneantes “chenouilles”, es decir, oruguitas simpatiquillas y grasientas, carne de puerco espín típica de la brouss, la fruta-----------( ayudadme, que no me acuerdo del nombre, please), que no dudan en traer consigo para compartirla con los demás compañeros españoles cooperantes, es decir, nos-otros(Miguel, Noa, Monsieur Herbé, Yusuf, Ndyae et la menda lironda).
Entre otros de sus encantos y donaires a esta pareja se la detecta fácilmente pues les chifla escribir a los dos, todo muy bien explicadito, descrito y matizado su “Diario de a bordo” o “ Cuaderno de bitácora de la ciudad inmarcesible” camerunesa( guiño cómplice al programa de Radio 3 que tanto me gusta, de nombre cuasi igual).
Y allí que se sientan, cerca de la mesa de fumador de nuestra zona Vips.
Loren, fumador cuasi compulsivo, (no tanto como nuestra diminuta duendecilla hogareña asturianina Noa, pero le falta muy poco), anhelando llegar alguna tarde-nos confiesa-, después de su enorme currada topografil y encontrarse una maravillosa cena que ya esté preparada por los otros, que no sean unos vagurcios en preparar y mondar patatas, picarlas, cocciones o frituras varias y toda la intendencia precisa, que ya nos vale, sólo apuntándonos a ser pinches de cocina, muy aplicaditos en ello, todo hay que reconocerlo, pero sin llegar a ofrecerle al pobrecico ¡me cachis!,su sueño dorado de reposar al completo algún día de gloria completa.
Y es que, ¡claro y obvio! ¿A quién se le ocurre exhibir todo su potencial creativo en las facetas culinarias cual cándido Arguiñano de pro?
Sólo a nuestro inocente Loren que acá no logrará, salvo en ensoñaciones varias, que le venga un Bill (perro cocker de los comic de nuestra biblioteca del foyer: Bill y Bool que vuestra cuentista favorita ha devorado y catalogado en su estancia septembrina en Adjoli), que cual tierno perrito de cabecera, todo amoroso, ¡Guau, Guau! le ponga sus babuchas para que él pueda despanzurrarse en el sofá al más genuino estilo mejicanito recauchutado y despanzurrado.
Asumida por Loren la cruda realidad de los colegas vagonetillas con los que cuenta, se lanza a su afición restauradora y nos sigue gentilmente obsequiando con delicias exquisitas en su sencillez: tortillas españolas que casi nos bailan la jota y hasta la Eñe ( baile cuya coreografía inventaré y describiré en el momento festivo adecuado, no se inquieten, mis queridos lectores) en el plato, pistos manchegos de rechupete, que a falta de pan rebañamos con los dedos, espaguetis al pesto-delicatessen entre las delicatessen, etc..etc…

¡Oh! Insensatos! ¿Quién ha corrido el bulo de que aquí en la Misión se come mal o se pasa hambre?¡Cuán lejos de la justa visión y aportación que hacemos nosotros durante el mes de septiembre invocando que se le erija una estatua a nuestro apreciado Loren de África, que no el de Arabia! ¡Vive Dios que todo lo puede!
Por su parte, Tania, tan equilibrada ella, tanto en su Yin como en su Yang, nos deleita con su aguda y cálida voz. Con toda su presencia sonriente, nos anuncia sistemáticamente, al comenzar sus melódicos temas a la guitarra que va a comenzar con uno de “Los planetas”—On, lalá, La planète ( de cuya letra, ritmo y melodía yo no he sido capaz de enterarme en todo este mes de estancia en Adjoli, no sé si será una canción fantasma o despistes de la mua, de la Anuski, que siempre está en la luna de Valencia.)
Nuestra Tania, además, ha sido acicalada por nuestra polivalente cocinera Chanelle, que ha ejercido de eficiente coiffeuse-peluquera en sus ratos libres y la ha dejado bellísima con el peinado de trenzas largas africanas.
Nuestros ocurrentes y fantásticos topos nos han sorprendido y emocionado a todos en la fiesta de despedida del último día( Emoción trepidante hasta el último raung) con la creación de unas adaptadas letras a nuestras personitas, (a cada uno de los cooperantes septembreros) con la base de una música super pegadiza de vacaciones de Campamento.
Cada estrofa nos describe en especial a cada uno con pincelada humorística y maestra.
La voy a transcribir-pido a mis queridos topos que me complementen la información de cómo se llama la música o la canción en la que se basaron-:

Un pequeño baka quería trabajar,
Dejó su poblado y comenzó a caminar.
Y andando y andando chocó con Miguel
Y de la bicicleta le hizo caer.
Estribillo: La brus, quiero vivir en la brus.
No quiero tele ni bus.
Y beber top pamplemús.

Aquí en Adjoli lo pasamos muy bien.Comemos mandioca, arroz y plantén,
Buñuelos, tartina, sardinas y paté
Y a veces manjares que hace Loren.
Estribillo.
Père Francis nos pone Rok del duro
Y anima a la peña en un segundo.
Y los bakas se ponen a mover el culo.
Es una buena forma de cambiar el mundo.
Estribillo.

Noa es la más dulce de la misión.
Un cuerpo pequeño y un gran corazón.
Ordena el foyer con Silvain e ilusión.
No come vianda ni puason( poisson).
Estribillo.

Los niños juegan en el barro
Y en medio está Ana animando el cotarro.
Ping-pong, cuenta cuentos y un teatro.
Tiene más energía que un 4X4.
Estribillo.
Tania y Loren, letristas (grandes artistas, con mi sincera ovación.)

Tania, Loren, topógrafos excepcionales, autocomedidos, risueños, rehumanizadores, espoleadores de juegos, ingenios y divertimentos varios.
Siempre estaréis en nuestra conciencia viajera y en nuestro esponjado corazón.
Os queremos, amigos solidarios. Un abrazote terapeútiko.
Ana de Hita, Ánade cuentacuentos. Sábado 4 de Octubre 2008.
Escrito en el Hospital del Norte Sanchinarro, donde convalecí por Neumonía, producto de mi inadaptación y mi shock de perder la alegría amorosa de compartir de Zerca a nuestros niños y toda la población bengbisiana. Ahora, ya curada y sintiendo desde Lejos mi entrega también a nuestra causa, amigos Onegeistas.