EL DESORDEN DE MI NOMBRE

(EN HOMENAJE A LA NOVELA HOMÓNIMA DE JUAN JOSÉ MILLÁS).

Mi nombre en orden.
Ana rigurosa:
vocal + consonante + vocal.
Orden suave, ligero;
una vocal abierta,
una consonante nasal
y la misma,. de nuevo,
vocal abierta
conforman Ana.

Ana
delicuescente, suave,
se evapora
nada más nombrarla.

Pero sigue ahí,
está ahí,
no se disuelve.

Se desintegra
y se integra.
Ana. Ahhfnaaaaaa.

Ana. La inhalas.
Te inhalas.
Te interiorizas.
Te expulsas
en una ligera espiración.

Ana se desordena
así: NaA, nAa,
Aan, aAn.

La nada, la ausencia
mayúscula.
Del macrocosmos
al microcosmos.
Del aire a la Tierra.
De lo abierto a lo cerrado,
de lo exterior al interior.
De lo cerrado, hermético
y críptico,
a lo abierto, a lo Otro.
Del tobogán al árbol.
De lo alto a lo bajo.

Un: -Hágase,
compóngase de nuevo
con energía, con impulso
y coraje.

Del desorden
se vuelve a un nuevo
orden.
Tesis-antítesis
y síntesis conciliadora.

Ana, aAn, NAa, naA
Aan.

Hay Ana.
Existe Ana.
Una nueve Ana.
Ana en sí misma.
Ana ahí, aquí, cercana.
En sí, en vosotros, en ellos,
en ella, en Todo
y por todo.

Luce Ana,
nueva Ana.
Bella Ana.
Ana de la armonía.
Ana del Otoño.

Ana que va a por Isabel,
a la que le sigue Isabel.

A saber, Isabel. Sabed.
Sepamos. Sabemos.

El desorden de nuestro nombre

¿Y el desorden de tu nombre?
¿Volverás junto a él?
¿Por él y en él, alguna vez?

Sonrisa triste.

Ana de Hita.

sábado 22 octubre. 1994.
Escrito en Toledo, calle Santo Tomé, 6, entrada accesoria.