Dº Diente en Camerún.

Había una vez un diente
Que espantaba a la gente.
Estaba negro y con sarro
-su dueño era un poco guarro-
lo meteremos en un carro
y a la clínica dental llegará sin desmayo.

Allí le recibió David
Sonriente y melifluo cual lombriz
-conocedor de toda ardid;
Monsieur Pistache ( Pistas) para los bengbinianos,
Hace un diagnóstico precoz a todos sus tertulianos.

-¡Dº Diente negro y con sarro!
¡Échate a temblar, que ya te agarro!
Sin este sucio diente,
Ya tenemos otro cliente.-

Ahora Guillaume le atiende,
Que de buen humor sí que entiende.
Le va preparando la ficha.
¡Oh, comienzo de gran dicha!
-Vous vous appelez comment?
( traducido raudamente : ¿Como te llamas, no más?)
Et il lui répond :_ Nkolo, Vincent.-
Guillaume prepara su material,
Que lo hace fenomenal.

Goma de turbina de la silla en ristre,
Con bisturí y cucharilla casi embiste.
Sus clientes, confiados, ríen de buena gana.
Se sienten afortunados
Y a escupir el enjuague, a la palangana,
Que nadie se lo trague,¡Desdichados!

Para reconstruir la dentadura,
En el Equipo ataca Gonzalo, sin armadura.

Todo serio y profesional, Gonzalo
Detecta en la radiografía “to” lo malo.
¿Dónde está el mal, Vive Dios?
Esto lo descubriremos Nos.
¿Estará en la raíz o tal vez en la corona?
No, y no, que está en la pulpa,
que casi, casi se desmorona.
Ella es la que tiene del mal cariz del diente la culpa.

Para hacer la reconstrucción
Bibí y Carma trabajan con adicción.

Realizan unas fantásticas prótesis
Que mamá Lilianne desvela cual certeras hipótesis.
-¿Será del père Mbaba?-
Quizás,( Peut-être) quizás, quizás.

Ella, certera, asegura:
-es de monsieur Mbaba esta dentadura.
La nueva pieza, felizmente encaja
Y la sonrisa de Vincent destaca “toa” maja.

Y si bien sabes observar
Las dos arcadas podrás usar
Para en la iglesia cantar o rezar,
¡El aire ya no se escapa!
Ya no tienen agujeros ¡Bello mapa!
El hueco bien que se tapa.

A ver, a ver, repasemos,
Que no haya ni un despiste, Monsieur Pista:
Incisivos, caninos, molares y premolares
Todos lucen a pares.

Preparan nuestros Cinco magníficos como auxiliares

A tres estupendos ejemplares:
Julie, Moïse et Guy Simon
Que han aprendido mogollón.
Cuando analizan radiografías
No hay ni media algarabía.
Todo es concentración
Y escucha activa
Con mucha atención,
¡Inteligencia viva!
La guerra contra el sarro
Todos han declarado
Y todas las encías han desinfectado.

Así que pagar la propina
Es cosa que se adivina.
Los 500 francos cefas
Para los jefes y las jefas.

Este gabinete odontológico
tendrá un enorme futuro,
como es lógico,
yo lo auguro.

Nunca se olvidan de pasar
Por la sala del autoclave
Donde la esterilización
Han de lograr:
¡He ahí donde está LA CLAVE ¡
¡Menudo enclave
para aquel que lo sabe!

Los niños de nuestro hogar,
Aunque mucho puedan llorar,
La caries, presto, la van a olvidar.
Pero no así a nuestros eficientes dentistas,
A los que hasta el suprefecto les sigue la pista,
Perfilando los detalles, todo legalista.

En la inauguración de la clínica dental todo quedó dicho:
-Esta clínica dental no es ningún capricho.
Con una pizca de humor,
de constancia, tres cucharadas
Y cuatro vasitos de amor
Queda la magia servida por las hadas.
¡Reguémosla con buen ron y limón!

Todas las bocas sonríen radiantes,
Mejor ahora que antes.
Dº Diente negro y con sarro
Ya reposa en la basura, junto al barro.
¡Enhorabuena les damos a este gran Equipo
que nos han hecho perder hasta el hipo!

Y colorín ,colorado,
Este cuento de Dº Diente se ha acabado.

Ana-Isabel de Hita Martínez.
Escrito el 10 septiembre. Bengbis, Camerún. Misión Católica de Adjoli.